Por que el amor puede surgir hasta después de la desgracia... mas nunca supe de ella después de aquel accidente, no se que le sucedió, solo regreso a despedirse con su novio y me confió estas cartas que ahora expongo a ustedes.

sábado, 10 de julio de 2010


Media noche

Estas cartas que le sirvan de advertencia a todos, las noches son peligrosas, oscuras y llenas de misterio, yo tuve que aprenderlo a los golpes, y aunque muchos dicen que mi historia es como la de Bella y Edward y que termino muy bien, pues les confiezo que soy feliz pero me hubiese ahorrado muchas cosas si no fuera escapado esa noche de mi casa.

Mi nombre es Isabel Saenz, mi vida era perfecta, mi cabello tenia un brillo único, mi belleza era una maldición, y mi cuerpo por mas que lo ocultaba salía a relucir.

El problema es que mis padres no me dejaban salir, estaba encerrada en una torre de lujo, con mayordomos como guardianes y nanas como mi sirvienta que me servían hasta el agua que necesitaba, estaba cansada, aburrida de que ni me dejaran cepillar mi cabello, por eso decidi un viernes escabullirme de tanto lujo en la ciudad e ir a una fiesta del club del centro. Mis amigos me esperaban por la ventana y yo tomando valor y tratando de no dañar mi vestido me escabulli por la ventana sin pensarlo y llena de adrenalina. Dentro del auto que arraco muy rápido cuando logre entrar en el estaban mis amigas Lorena y Emily con sus novios Diego y Fermin, eran mis parejas favoritas, siempre desee tener una relación así, pero mientras respiraba los chistes y romance que ellos me promovían y acrecentaba mas mi asombro.

_por fin lograste salir Isabel, que bueno que estas aquí con nosotros. Dijo Diego mientras manejaba el auto

_ya déjenla, es que esta en esa cárcel, pero ya estas aquí, te escapaste y vas a ver que no te vas a arrepentir la vamos a pasar muy bien. Me decía Lorena mientras se colocaba un pinta labios muy colorido.

No se cuantos kilómetros recorrimos para llegar al lugar, pero supe que era el momento por la larga fila que había para entrar, estacionamos el auto en una acera muy cerca y cuando me preparaba para hacer la fila Emily me jala por el brazo _ven vamos ya Fermín nos consiguió pases, el viene aquí siempre así que somos VIP

Mientras los demás se quejaban por nosotros pasar rápido, yo no aguantaba la emoción, estaba en un lugar donde nunca había estado y con las personas en las que más confiaba, mientras bailábamos comencé a notar que alguien me observaba de manera tan profunda, como nadie lo había hecho. Lorena se dio cuenta y me susurro al oído _oye ese chico parece que te va a comer, esta muy guapo

No sabia su nombre, solo era un rubio muy pálido, que llamaba la atención por su físico, pero no me quitaba la vista de encima comenzaba a ponerme incomoda cuando me invito un coctel. Emily al darse cuenta _bébelo es del bar, no debe tener nada además estamos nosotros aquí.

Yo viendo la copa, note que era una mezcla muy extraña, vino tinto y de sabor amargado, pero por motivación le hice señal de agradecimiento al chico y tomando de un trago, el coctel sentía que ya había cumplido… no solo yo tome, mis amigos no dejaban de servirse bebidas, todos estaban muy ebrios, no dejaban de sonreír y de irse de un lado a otro. Diego insistía que podía manejar y ninguno de nosotros hizo objeción, pero un miedo comenzó a surgir dentro de mi, he intente una y otra vez que no manejara, que nos quedáramos hasta al amanecer… pero el quería irse estaba cansado, por eso yo que era la que estaba mas cuerda decidí irme adelante para alertarlo de cualquier inconveniente, cuando comenzó a acelerar y a jugar con el volante a los pocos kilómetros el carro salió de control y chocamos contra un árbol de un parque cerca.

Diego murió al instante y yo se suponía que debía morir, pero no lo hice, al llegar los paramédicos y darse cuenta de que estaba bien no lo creían, los chicos también estaban en shock y no creían que estuviera viva, no dejaba que me tocaran y solo quería irme a casa. El paramédicos me sostenía y yo me solté muy rápido cuando mis padres fueron por mi… no me dijeron nada, no me hablaron por semanas, en el funeral de Diego los chicos solo me veían a lo lejos, y yo no comprendía porque estaba viviendo ese rechazo, cada vez estaba mas pálida, cada vez tenia menos apetito, y era mas sensible, no entendía que sucedía así que después del velorio tome mi oscura chaqueta coloque unos lentes en mis ojos que eran molestados por el sol y corrí por todo el lugar buscando un poco de soledad, allí en ese momento sentí que alguien me había hablado y mi piel se erizo solo de tratar de entender lo que me decía.

_parece que no haz cambiado totalmente, que rebelde. Yo asustada volteo mi rostro y me fijo que un chico moreno, de cabello oscuro y pálido estaba tras de mi. _ ¿quien eres? ¿Qué quieres de mí?

_vaya, que estas mal, estas tan débil, que no te das cuenta de lo que eres.

Mis oídos comenzaban a escuchar la sangre que pasaba por los cuerpos de las demás personas, pero cuando trataba de escuchar la de el no podía y continúe con la pregunta _ ¿quien eres?

El viéndome fijamente a los ojos continuo diciéndome _ ¿no te das cuenta? Deberías estar muerta, la gente te rechaza porque creen que deberías estar muerta, pero no fue así, ya no eres humana. Yo no lo entendía y comencé a angustiarme por no comprender _ ¿que tratas de decirme, acaso soy un fantasma? El acercándose mas _eso es lo que desearías, pero no es así, eres una vampira el problema es que no completa y debes cumplir con la mitad del ritual

_tu estas loco, si no te vas voy a pedir ayuda, déjame en paz. El acercándose tan cerca que parecía querer besarla _debes aceptar ya tu destino, no puedes quedarte en el centro, volveré por ti, deben protegerte si no serás presa fácil en la guerra.

_ ¿estas loco? Todo el mundo me ama y voy a recuperar mi vida, no voy a dejar que tu o tu amigo del club se metan conmigo, lo siento debes marcharte. El de una forma muy rápida desaparece y ella sin decir absolutamente nada de lo que había pasado se monta en su limosina y trata de no recordar lo que había pasado, mirando a la ventana y dejando atrás a sus amigos que la veían a distancia.